Crónica de un encierro en cuenta regresiva
Crónica de un encierro en cuenta regresiva
Curador ⧫ Naté Gnonni
Crónica de un encierro en cuenta regresiva es una exposición digital que ha sido gestada en el periodo de cuarentenas que hemos estado viviendo producto del brote del coronavirus Covid-19, que ha afectado profundamente a la humanidad este año 2020, cambiando nuestra forma de relacionarnos y de sobrevivir. En este trabajo el artista chileno Etan Niño nos presenta una serie de fotografías y poemas a través de los cuales ensaya el concepto "extinción" y juega a través de personajes, reflejos y palabras a analizar su confinamiento y nuestro presente, suponiendo un futuro que llega demasiado rápido y que trae consigo las funestas consecuencias de la imprudente interacción que hemos tenido con el planeta en las últimas décadas.
Como jóvenes cargamos en nuestros inconscientes colectivos el peso insoportablemente angustioso de la posibilidad de la extinción. El 2019 la ONU divulgó un informe que se titula GEO-6 en el cual se anuncia que estamos al borde de un colapso medioambiental. Los pronósticos para el futuro cercano son terribles si es que no se hace un cambio de conciencia a nivel global de manera urgente. El problema es que lo que podemos hacer como individuos es significativo pero tremendamente insuficiente, ya que para que ocurra un cambio real lo que tiene que cambiar de raíz es el sistema económico e ideológico imperante, pero nada de eso sucederá pronto, el ser humano es muy terco. Estamos condenad-s a presenciar la degradación del planeta en vivo y en directo, conviviendo con el horror y la sublimidad.
La vida se acelera exponencialmente, hay cada vez más robots, las redes digitales se robustecen cada día agregando más adeptos a su colección, el virus mata por montones hora tras hora, y mientras tanto las empresas avanzan convirtiendo la vida en dinero que pronto perderá su valor. L-s de siempre mueren en masa, pierden sus tierras, y luchan sin descanso. A pesar de que las cuarentenas en un principio frenaron al planeta, el ritmo insano de las metrópolis se ha estado restableciendo poco a poco. Todo sigue igual de injusto, el presente es inabordable, invivible, irrespirable, y nosotr-s, l-s afortunad-s, en casa, observando como nada se detiene a través de una pantalla.
En medio de este ansioso presente Etan, a través de una serie de fotografías en la cual se retrata a sí mismo vistiendo distintos atuendos y gestualidades teatrales, se pregunta por la extinción de un- mism-, la extinción de nuestro ser social, de la extinción de los personajes que encarnamos en las calles, y el ser que somos en la imagen íntima que proyectan nuestros reflejos. La pregunta “¿Has sentido la necesidad de observar tu propio reflejo para recordarte que existes?” con la que da inicio a la exposición nos frena en seco, sacándonos del piloto automático, y nos hace recordar la profundidad de nuestra fragilidad, y lo confuso que es estar habitando un cuerpo.
Los poemas habitan tanto su meticulosa cotidianidad interior, como relatos ambientados en futuros densos, atiborrados de errores y esperanzas pisoteadas que aún se mantienen latiendo por amor y rabia. Se destaca un verso libre, por momentos muy extraño y críptico en los que se cruzan de manera cruda lo orgánico y lo digital, dando a luz a imágenes poéticas que evocan paisajes alarmantes, cargados de miedos e intensidades caóticas, que invitan a aguantar en cuenta regresiva.
Habitamos un momento en el que necesitamos adentrarnos en nosotr-s mism-s, pensar quién es esa imagen que conocemos únicamente a través de nuestr-s reflejos, cuál es nuestra misión en esta vida, qué papel vamos a cumplir en este futuro que se nos cae encima, y Crónica de un encierro en cuenta regresiva es una invitación abierta para que iniciemos estas reflexiones, y ojalá muchísimas más.
Santiago de Chile, 23 de septiembre de 2020.
Link del trailer de la exposición:
https://www.youtube.com/watch?v=agkhsCrqvwc&t=27s&ab_channel=EtanNino
I
Crónica de un encierro en cuenta regresiva
¿Has sentido la necesidad de observar tu propio reflejo para recordarte que existes?
¿Has pensado alguna vez en tu propia extinción?
¿Eres consciente de que habitas reflejos de la proyección de tu propia imagen?
¿Crees que es posible abandonar tu reflejo sin perderte en el olvido?
Se acaba el tiempo de las preguntas
se presiente la posibilidad de una extinción masiva
o al menos la destrucción de nuestra concepción de lo que es el mundo y sus sistemas.
Cada día existes
Cada día duele
Cada día es una rápida eternidad que se desvanece en un recuerdo poco confiable
La voluntad por vivir es nuestra única esperanza
Sólo espero irme, habiendo cumplido mi misión
"Albuguínea comodidad incómoda"
II
Tres conceptos en brevedad
Soy abismos de exploración inusitada,
palabras intermitentes inusualmente pronunciadas en el entramado de una lengua,
una cabeza fervorosa que no descansa ni en el sueño.
Soy la proyección holográfica de un espermio que devino en encomendero
y aún no se descubre en esta tierra sagrada en peligro de extinción.
Mi cuerpo es un compendio de verduras programadas en el origen de los tiempos.
Tengo dudas primeras sin formulación humana como estigmas en los huesos
y élitros silvestres agarrotados por la convención racional del espacio tiempo.
Mi cuerpo es parte del hardware sangrante de una revolución impresa
entre los nuevos vástagos del milagro colectivo.
Memoria es el hogar de mis lamentos hidratados a modo de sintagmas biográficos.
Memoria es mi fragilidad temblante, tanto como es mi voluntad identitaria.
Memoria es la ilusión mayúscula de todo lo que no es desgarradoramente concreto.
Memoria es lo que quieren detener desaparecer,
por ser el núcleo poético de la destrucción de lo ya innecesario.
Territorio es una pregunta herida.
Territorio eres tú, soy yo, a duras penas, entre tanto infinito indivisible.
Territorio es un homenaje a límites impuestos que poco a poco
se desprenden de su condición desesperada.
Territorio es la individualidad colectiva y la colectiva individualidad en el trasfondo.
Territorio es el sexo, la carne pensante; son los fragmentos de la madre,
la distancia imaginaria.
Territorio es el abstraer humano de la vida.
"A veces te miro a través de de mis binoculares hechos de manos y me olvido que estoy, aquí, ahora"
III
Pronóstico de la rabia
La paz del futuro se inficiona
sintiendo el frío inseminado
que ofrece la guerra destinada a ser
el heraldo del ultimátum sanguíneo
La modernidad es castrada de sus monumentos por ser inseparable de la decadencia
y la desesperanza.
Se aguarda con intranquilidad el pronóstico de la rabia para ultrajar el cadáver inmortal
del hombre que hasta hace poco latía en el cielo de nuestros imaginarios colectivos.
Los lunáticos desalmados del exterminio se siguen embriagando de morgues miserables
mientras inoculan a las almas arrugadas.
El espesor inconmensurable de los sistemas nerviosos se adentra
en la posibilidad táctil de perder el lenguaje.
Los paraísos artificiales inauguran su convalecencia de resolución aproximada,
justo en las fronteras que delimitan las lluvias de la pulsión.
La paz del futuro es un impasse irreconcilable
erróneamente abducido
por un purgatorio reencontrado
en la glándula pineal
de una infancia sin mañana
"Ex estudiante de literatura amenaza con una taza de café sin terminar a sujeto que dice que la poesía es "fome" sin dar argumentos coherentes que sustenten su discurso"
IV
Al interior de unas paredes
Necesito acordes que me golpeen en la transparencia, porque me pierdo entre una
autobiografía escrita en tercera persona, y una traza turbia que aún no termino de
extirpar de mis adentros intrincados.
La condena rutinaria que a los afortunados nos mantiene en casa,
me mata y me da vida, en rápidas dosis de 24 horas que prácticamente no existen,
o no soy capaz de registrar correctamente.
Se evapora el agua de la piscina de los vecinos y aparecen cinco cadáveres tenues,
irrespirables, que hacen vibrar a todo el barrio con adrenalina cinética.
Esos no son mis muertos -pienso-, doy las gracias mirando el techo,
me percato de que tengo los pies fríos.
Mis ojos me observan desde mi reflejo autosustraído que reverbera en mi ventana
mientras hago canciones descalibradas que no terminan de terminar en afonía.
Es un invierno eterno, el detalle que no pude recordar aquella mañana sembrada
en la inanición, que no ofrecía ni tiempo dúctil, ni una taza de café caliente
en la cual remojar los miedos.
No quiero refugiarme en un trabalenguas,
ni convertirme en una figura otra,
sin posibilidad de conflagrar frente a un público de hace siglos perdido en un bucle helicoidal.
No quiero volver atrás, no quiero que sea ayer,
no quiero desandar los tormentos de mi envejecimiento.
No quiero tener que narrar el apocalipsis,
pero parece que ya lo estoy haciendo.
"lector empedernido arriesga sus horas leyendo mientras callejea"
V
Las máquinas han acabado con nuestra paciencia
Inevitablemente tendré que ser mi propio futuro,
condenado a la satisfacción fugaz,
atardecer tras amanecer, hasta el silencio.
Observo imaginando lo que espero ver,
dando pasos absolutos,
practicando a través de mi respiración
la dialéctica del subterfugio.
Nuestros cuerpos desnudos de cristal elástico
hermosos de voluntad y sensibilidad extrema,
son intoxicados por la post-modernidad,
acrisolados en sus profundidades inestables.
Todo vibra
el mundo y la excitación perpetua
La nostalgia es la nueva moda.
Viajamos al interior de catedrales de seda flotantes,
exiliados temporalmente de la región luminosa
donde la única verdad es un azar de campos exotérmicos.
Se escucha un susurro entre la multitud de esclavos deshabitados por la danza:
- “el cambio será verdadero o la posteridad extinta”-
Somos insaciables actos de deseo,
presentimientos de anotaciones fijadas en un espíritu.
Somos el estado póstumo de un fragmento.
Las máquinas han acabado con nuestra paciencia.
"Bufón sagitariano dominado por el optimismo"
VI
No veo, No siento, No pienso
No veo más que habitaciones vacías
y carteros ciegos
almacenados en parques ya digitalizados
Un recuerdo del brasil de los años 60’s
Un cine inundado en pleno reciclaje
La última conversación con mis padres
antes de su muerte
Un millón de personas on-line
meditando simultáneamente
en pos del futuro de la humanidad
No siento más que la juventud de mi carne
siendo hackeada por la insólita memoria
de un moribundo árbol milenario
que como inmigrante
busca refugio
Los espasmos se suceden víricos
Algunos rostros se vuelven pixeles que beben y sangran
El encierro revela el temperamento íntimo de la especie
Los cómputos se traducen en ataúdes y ataúdes
o en desmesuradas fosas comunes
No pienso más que en sobrevivir
para morir otro día
"El momento exacto en que el eclipse se grabó en su retina"
VII
¿20XX?
Los judíos siguen esperando a su mesías.
Los pueblos originarios siguen defendiendo sus escasos territorios
y luchando por su autonomía malherida.
-Nací como forajido en el reino de las coincidencias
llorándole a la oscura conciencia de las vicisitudes
una placenta que no era mía-
La esperanza es hermosa, pero también trágica en casi todas sus formas.
Religión sigue siendo una palabra áspera.
-Nosotros llevamos inscrita en nuestro raciocinio
la decadencia del proyecto capitalista del progreso
como si fuera otro pecado original-
Despojamos al sol de su carácter deidatico y lo convertimos en nuestro antagonista.
Nuestra existencia visceral sigue siendo de una testarudez inmutable.
-Quizás cuántas mañanas he despertado consumido por la sed,
atropellado por el hambre,
soslayando a duras penas la opaca tentación de la muerte-
La naturaleza contraataca adolorida.
El milagro de la evolución nos maldice.
"Hongos haciendo entrega de una bola de energía"
VIII
Ya no hay reposo en el tiempo habitable
Ya no hay rostros nocturnos atiborrando mis recuerdos difusos,
tan sólo una respuesta fría como los autos que ya no existen.
Soy un animal perplejo frente a tanta inmundicia ignorada.
Soy una molécula de arroz navegando virtualidades de dolores inconmensurables.
Soy un regalo para mi mismo, y un texto abierto que extraña las montañas.
Soy una reivindicación encriptada desintegrando bordes pintados con la sangre del mundo.
Ya no hay amigos borrachos viajando bajo las luces artificiales,
tan sólo conexiones inestables predicando el día último de la niñez.
Puesto que los laboratorios se han vuelto contra nosotros, un dios sin ojos levita sobre el mediterráneo.
Ya que insistes en matarnos... un secreto inyectable podrá traducirse en las puertas del encuadre.
Debido a los destinos inconclusos, los destinatarios transportan planetas de un punto abstracto a otro.
En consecuencia, los terrícolas exigen saber en qué lugar del universo será su próxima encarnación.
Ya no hay pies desplazando hectáreas de fiebre racional en mis adentros adelantados,
tan sólo lenguajes emitiendo sus últimos sueños húmedos en medio de un desierto futuro.
¡Luz, cámara, acción!: no hay telón; no hay trasfondo; no hay espectro; no hay encuentro,
pero sí habrá desfibrilación.
A continuación: el experimento que se salió de control amenaza con devolvernos al océano;
seguido de: ¿cómo no pensar siquiera en el suicidio?
Querido diario: tengo miedo
Bibliografía: Niño, E. (2020). Diarios de la extinción. Santiago de Chile: Lagrimal.
Ya no hay milagros de piel correspondiendo traumas cíclicos fotografiados a velocidades oscuras,
tan sólo fórmulas matemáticas contando los días.
"Pirómano retirado recuerda su pasado con el olor de los fósforos quemados"
IX
Proyección polisémica
Me miro a mí mismo frente a un espejo trizado,
nada es capaz de romper mi exceso de mónada,
ni siquiera la ilusión de una esquizofrenia depurante.
En los trozos,
la era de la fractura.
En los intersticios,
la nostalgia de la unidad.
En los reflejos,
La fatiga de la existencia.
Me miro a distancia de espejo inaccesible
reproduciendo mis tormentas como canción adictiva y sin marea,
encallando jardines ensoñados por una silueta que deviene en lupa
entre tanta arquitectura trastornada.
En los trozos,
la era de la fractura.
En los intersticios,
la nostalgia de la unidad.
En los reflejos,
La fatiga de la existencia.
Me miro en un espejo público estorbando con mi mortalidad en el paraíso del capital
nadie es capaz de percibir la alarma entre los ángeles,
ni menos el dolor de les que están por llegar.
En los trozos,
la era de la fractura.
En los intersticios,
la nostalgia de la unidad.
En los reflejos,
La fatiga de la existencia.
"Benefactor de un otoño de otras vidas"
Etan Niño Del Río, Santiago de Chile, 2020
la weaa wenaa hermano
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